Si este martes has caminado por la zona del Náutico o la Estación Marítima de Vigo tus ojos se habrán fijado en los dos megacruceros amarrados, el «Iona» y el «Marella Explorer II». Quizás también en el «World Explorer», amarrado en el muelle de Comercio desde hace semanas para someterse a reparaciones. En cambio, es bastante probable que tu vista no alcanzase a un megayate fondeado en medio de la ría.
Y es que a primera hora de la mañana, tan solo unos minutos después de que entrasen los dos cruceros, llegaba a Vigo el «Al Lusail». Se trata de un yate de 123 metros de eslora por 23 de manga. Su puerto de origen es Gibraltar y tiene previsto fondear en el interior de la ría hasta este miércoles, cuando salga de nuevo en dirección a Hamburgo. En principio, su escala en la ciudad es tan solo técnica.
El propietario del barco es Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, emir de Catar desde el 5 de agosto de 2003, cuando su hermano mayor Jassim renunció a su derecho al título. El astillero Lürssen de Bremen (Alemania), especializado en este tipo de barcos, construyó el megayate en el año 2017. Desplaza 8.500 toneladas y es de acero. Con cuatro cubiertas, tiene capacidad para 36 huéspedes en un total de 18 camarotes.
Con una tripulación de 56 personas, alcanza velocidades punta de 20 nudos y para la decoración interior, el jeque recurrió a otro clásico del sector, la firma ‘March & White’. Los servicios que lleva a bordo ya se los pueden imaginas, desde piscina a gimnasio, cine, juegos acuáticos y pista de helicóptero.
El barco llega a Vigo tan solo unas semanas después de la partida del «Azzam». Sin alcanzar el tamaño ni las prestaciones del megayate del presidente de Emiratos Árabes Unidos, el jeque Jalifa bin Zayed Al Nahayan, el «Al Lusail» es uno de los más modernos del mundo.