La terminal de Bouzas registraba una actividad especial este jueves por la mañana. Tras llegar en autobús, comenzaron a embarcar en un gigante de los mares más de 200 operarios especializados en la instalación de tuberías a gran profundidad. Se trata de trabajadores procedentes de diferentes rincones de la comunidad, salvo dos asturianos y un vasco, que han iniciado una travesía de 20 días rumbo a Israel.
A bordo del buque ‘Solitaire’ -de 405 metros de eslora, 40 metros de manga y 15 metros de calado- viajarán a unos 7.000 kilómetros de distancia para trabajar en la construcción de un oleoducto. Durante esa singladura compartirán espacio los unos con los otros, por lo que antes de partir han tenido que pasar un periodo de cuarentena en hoteles –algunos de lujo como el Nagari- y se han sometido a las pruebas de detección del Covid-19. Tras confirmar los resultados negativos, han podido emprender su travesía desde el puerto de Vigo.
Aparentemente animados a pesar de las complicaciones surgidas por la pandemia, se han subido al barco, dedicado al transporte e instalación de tuberías en aguas profundas, ante una gran expectación mediática. La mera presencia del buque en el muelle de Bouzas ha llamado la atención de muchos vigueses.