Hace 75 años, no bastaba con ser pobre: había que tener un carné que lo acreditase. Al menos, si eras un niño y querías que los Reyes Magos te entregasen un juguete al término de su cabalgata. Corría 1946, la dictadura franquista estaba en su apoteosis y los periódicos de la época en Vigo se leen como una auténtica película de terror.
La organización de las cabalgatas de la época corría a cargo de la Falange, a través del Frente de Juventudes. “¡Niños… atención! La cabalgata de los Reyes Magos en Vigo es un hecho”, anunciaba El Pueblo Gallego en su edición del 5 de enero de 1946. Y continuaba con el teatrillo reproduciendo un supuesto mensaje enviado por Melchor, Gaspar y Baltasar: “Para mayor regocijo de grandes y pequeños, insertamos a continuación el telegrama que los Reyes de Oriente enviaron a la Delegación del Frente de Juventudes de Vigo”.
La jefatura provincial del Frente de Juventudes de Franco había hecho un llamamiento en prensa el día anterior: “Se ordena a todos los camaradas que se presenten el día 5 en el Hogar de las Falanges Juveniles de Franco para participar en la Cabalgata de Reyes”. La orden estaba firmada: “Por Dios, por España y su Revolución Nacionalsindicalista. En Pontevedra, 4 de enero de 1946. Los Jefes de las Centurias”.
Como vemos, aquellos reyes, más que de Oriente, parecían venir de la Plaza de Oriente. Pero lo más alucinante está en otra noticia publicada el día de la cabalgata de aquel año: “Todas aquellas familias humildes poseedoras del carnet acreditativo de su condición de pobres, deberán solicitar los vales de juguetes en el Hogar del Frente de Juventudes. Es imprescindible la presentación del mencionado carnet de pobre y de la cartilla de abastecimientos del cabeza de familia”.
Hace 75 años, estábamos en la España del hambre. La cartilla de racionamiento había llegado en 1939 y no desaparecería hasta 1952. Y la pobreza era extrema, con el agravante de que, para recibir alguna ayuda, había que tener el mencionado ‘carné de pobre’, una forma más de control político de la población ejercida por el franquismo. No bastaba con ser pobre: había que estar titulado y habilitado por el ‘Régimen’.
En cualquier caso, los periódicos vigueses de la época celebran la cabalgata como un gran éxito. Leemos en El Pueblo Gallego que la marcha recorrió “García Barbón, Colón, Alameda, calle Carral, Capitán Carreró, Príncipe, Colón y Policarpo Sanz al Casino de Vigo, donde se efectuará el reparto de juguetes por Sus Majestades”. Allí estuvieron hace 75 años aquellos niños vigueses, pobres con su carné de pobres.
Otros artículos de Eduardo Rolland:
Cuando tocó la Lotería de Navidad en la Casa de la Collona
La Navidad de la gripe del 18 en Vigo
La importancia de apellidarse Vigo
El río Oitavén, verdugo de un escándalo en TVE
Vigo, en la Lucha contra el Enemigo Mundial
50 años del Citroën GS, un éxito también vigués
Siete historias clave de la fortaleza del Castro
Los cinco buques de guerra «HMS Vigo»
“Si las mujeres saben coser, ¡bien pueden aprender a conducir!”
Cuando Nostradamus ‘profetizó’ la batalla de Rande
130 años de la calle Elduayen, la primera Travesía de Vigo
Pases pro bus: 40 años de una revolución en Vigo
La ‘Captura de Vigo’: la olvidada invasión británica
La Toma de Vigo vista desde Inglaterra
Verdades y mentiras del «Polycommander»