Era el “orgullo de Vigo”, un cine a la altura “de los mejores coliseos de Europa”. Así definían el teatro-cine Fraga los diarios, tras su inauguración el Sábado de Gloria de 1948, hace ahora 75 años. Y no les faltaba razón en una sala que batía todos los records, con un aforo colosal de 1.758 localidades. Los periódicos también destacaban que el Fraga estaba dotado “de los más modernos equipos de proyección Century y de reproducción de sonido Western Electric, ambos los mejores del mundo».
Isaac Fraga Penedo había presentado en el verano de 1941 su proyecto ante el ayuntamiento de Vigo. Quería ser “el más majestuoso de Galicia”. El industrial carballinés ya poseía varias salas en todo el país y quería ahora culminar su proyecto con un cine fastuoso, cuyo proyecto inicial fue encargado al arquitecto madrileño Luis Gutiérrez Soto. Las obras duraron seis años, con ajustes realizados por los arquitectos Bernardo Carratalá y Arturo Fraga Framil, que terminaron por consolidar la elegante mole de cantería que ocupa la manzana entre las calles Uruguay e Isabel II.
Inauguración con pase privado
Finalmente, la inauguración se produce el 27 de marzo de 1948, que era el sábado de Semana Santa y víspera de la fiesta de la Reconquista, que ya por entonces se celebraba, organizada por el Centro de Hijos de Vigo que presidía el industrial Enrique Lorenzo. Por la mañana, se realizó un pase privado para la inauguración de la sala, tras la que el empresario Isaac Fraga ofreció un banquete de confraternidad con el personal de la empresa, que en 1948 celebraba también su 40 aniversario.
Edificación señorial
“No un acontecimiento local, sino también de la Región y nacional, ha sido la inauguración del teatro-cine Fraga”, abre su crónica El Pueblo Gallego, que elogia el edificio de la calle Uruguay, “una de las edificaciones urbanas de más señorial empaque de Vigo”, a la par que “uno de los locales de espectáculos de su clase mejores de Europa”.
«Marcha triunfal»
Las crónicas no escatiman elogios para esta “mansión del arte” y para el cariño “y los desvelos por el progreso de Vigo” exhibidos por el industrial Isaac Fraga al inaugurar este cine, a quien se trata como un nuevo Fidias, que ha contribuido “a la marcha triunfal de la gran urbe atlántica”. Entusiasmados con la iniciativa (y animados también con las perspectivas de los anuncios pagados diarios de la cartelera), las crónicas rebosan entusiasmo. “El nombre de este prestigioso gallego don Isaac Fraga quedará grabado en el frontispicio de este hermoso coliseo, pero también en el corazón de esta gran ciudad que es honra de la Patria por su dinamismo y permanente vigilia de servicio a los intereses nacionales”.
Monólogo
La gala de inauguración comenzó a las 11 de la noche, con unas palabras del empresario Fraga, seguidas por un monólogo (la prensa lo llama entonces “una charla mitad seria mitad humorista”) a cargo del actor Miguel Ligero. También pronunció un discurso el productor cinematográfico Cesáreo González, propietario de Suevia Films, productora de “Botón de ancla”, película que fue la primera en exhibirse en la colosal pantalla del nuevo cine. Entre el público estaba el propio director de la película, el coruñés Ramón Torrado.
Clamorosa ovación
La función inaugural terminó nada menos que las 2 de la madrugada y el público que abarrotaba tanto las butacas como los graderíos del “poleiro” se puso en pie, tributando tan clamorosa ovación que tuvieron que salir al escenario a saludar tanto el exhibidor Isaac Fraga como el productor Cesáreo González.
Grave incendio y rehabilitación
La gloria del cine Fraga continuaría durante décadas, hasta que en 1988 fue devastado por un pavoroso incendio. Sin embargo, fue rehabilitado y continuó triunfando hasta que el auge de los multicines y sus pequeñas salas desplazó a los grandes cines clásicos. El Fraga cerró sus puertas en 2001 y, tras ser adquirido por Caixa Galicia, actualmente sigue cerrado sin que la entidad financiera Abanca ni Afundación den noticias sobre su apertura.
Pero hace ahora 75 años, en 1948, Vigo vivía con pasión la inauguración de “uno de los mejores cines de Europa”, un coloso con un aforo descomunal: 1.758 localidades, una cifra que ni siquiera en la actualidad puede ofrecer ningún recinto cultural de la ciudad.
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