Así es, que las motos se van imponiendo con enorme rapidez, tanto por la movilidad que permiten como por el poco espacio que necesitan para aparcar, además del menor coste del vehículo y del menor consumo. Y las bicicletas también van ganando terreno y se hace cada vez más notoria la necesidad de carriles de uso exclusivo para ellas. Pero lo que resulta realmente novedoso en esta búsqueda de soluciones para un tráfico cada vez más complejo e incluso colapsado en las horas punta, es la aparición de los caballos. Sí, de los caballos. Y lo demuestra esta fotografía tomada hace unos días en una céntrica calle de la ciudad de Vigo, en la que se aprecia un jinete con su montura avanzando lleno de razón por una acera que, en principio, debería estar reservada para los peatones.