Se reúne en el Casino el Comité General de la proyectada Exposición Internacional de Pesca, presidido por D. Fernando Conde y con asistencia de los vocales Sres. Núñez (D. Ángel), Pita, Lence (D. Diego), Bernárdez Nogueira, Mirambell y Martínez Chantrero; López de Neira, Presidente de la Diputación Provincial; Borrajo de la Asociación de Cultura; Ruiz, del Círculo Mercantil; Zabaleta, Director de la Estación Sanitaria; Gallego, Administrador de la Aduana; Ferrer, delegado del Ayuntamiento; Quintana, Casuso, Quintás, Requejo (D. Wenceslao), García Pérez, Sitjá, González (D. Vicente) y Sanjurjo Otero.
En la Memoria presentada se manifiesta el deseo de la Comisión de que la Exposición de Pesca tuviese lugar en el monte del Castro “una vez pasase a ser propiedad del Municipio” (lo que era entonces del ramo de Guerra) se transformase en un hermoso parque que sirviera de pulmón a nuestra ciudad y de grato lugar de esparcimiento donde el extranjero encontrase solaz y atracción en un magnífico Castro, situado sobre la cúspide del monte, desde cuya terraza pudieran dominar el panorama de nuestra ría aprisionada por la belleza de una campiña esplendente e incomparable”.
“Aliciente no menos para este emplazamiento- siguen diciendo los atinados proyectistas- era que las obras que se ejecutasen, como habían de hacerse en terrenos del Municipio, en provecho del pueblo habían de quedar, y las grandes avenidas que fuese necesario construir harían desaparecer los suburbios antiestéticos y antihigiénicos que hoy sirven de acceso al Castro”.
“Pero- ya apareció el “pero”- al estudiar el Comité este emplazamiento encontró dificultades muy complejas y de oscura solución…Por último, la cesión del monte del Castro al Ayuntamiento está todavía pendiente y hoy no sería posible, ni aún aproximadamente, precisar la fecha de la Exposición”.
Finalmente, se acordó habilitar los terrenos en la concha del Arenal, para lo cual se construiría una zona de atraque, se rellenarían determinados espacios y, en suma, se lograría la doble finalidad de hacer que “vengan a nuestro suelo modernas y progresivas industrias” y que la Exposición “sirva para que el desarrollo urbano de Vigo dé un paso de gigante, adelantándose en muchos años al crecimiento y progreso que sin impulso tan poderoso experimentaría” (La Concordia, 5-VII-1909. n.º.10.416).
No hemos dudado en resucitar esta noticia de hace 50 años, para conocer por ella la certera visión del futuro que los vigueses de entonces- algunos, por fortuna, todavía de hoy- tuvieron; primero al soñar con el parque del Castro y su nonato Casino internacional, y, después, al ir plasmando en realidad la expansión urbano de la ciudad a expensas del mar.
4 de julio de 1909. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Editorial Monterrey, 1960).