En la ciudad de Vigo se han mejorado notablemente muchas calles y muchas otras están en fase de humanización. Se han roto barreras que facilitan la comunicación en una urbe con numerosas cuestas. Y además de muchos otros logros, el más importante: se ha saneado la economía municipal y en estos momentos existe incluso superávit. Con estas cartas de presentación no es extraño que en algunas casas viguesas, como en la que se muestra en la fotografía, de un ciudadano que prefiere mantenerse en el anonimato, luzca la fotografía del alcalde vigués, Abel Caballero, de modo análogo a cómo lo hacen los ingleses más fieles con la corona.