En la ciudad de Vigo existen una gran afición al aeromodelismo, incluso en estos tiempos en los que los drones se han hecho asequibles para todos los bolsillos, con diferentes tamaños, formas y prestaciones para todos los gustos. El aeromodelismo es mucho más romántico y existen personas que construyen los aviones partiendo de planos reales. Poco a poco los van construyendo con todo tipo de detalles, invirtiendo tiempo y dinero. Los aficionados aún recuerdan el comercio Ocio, regido por Ángel y desaparecido hace unos años, donde vendían todo tipo de componentes para dar rienda suelta a una afición que sigue viva. En O Porriño existe una pista de aeromodelismo y allí prueban y disfrutan de las aeronaves: aviones de hélice, reactores, helicópteros, planeadores (veleros), etc.
Pero también hay quien disfruta volando sus modelos en las orillas del Miño, como este avión gigantesco cuya estructura central se observa en la fotografía. Tardaron cuatro años en construirlo y reproduce con todo detalle un avión de la serie Canadair, los utilizados para extinción de incendios. La maqueta es capaz de recoger varios litros de agua como lo hacen los reales y luego puede soltarlos donde convenga. Dispone de un tren de aterrizaje retráctil e incluso un muñeco que simula el piloto. Con una envergadura próxima a los tres metros, verlo volar es un espectáculo y así lo han recogido en un video de YouTube.