Numerosas calles se humanizan y las infraestructuras subterráneas son cambiadas por otras más modernas y duraderas que evitan molestas y costosas averías, la iluminación se adapta a los nuevos tiempos con luminarias tipo led y sistemas de aprovechamiento energético ecológico, se establecen carriles para motos…, un conjunto de mejoras que sería largo enumerar, pero que deja constancia del buen hacer de un equipo municipal compacto y brillante. Sin embargo, entre tanta obra es normal que a veces queden flecos como el que se observa en la fotografía, tomada en la Avenida de las Camelias, recién humanizada, y que presenta una fuga de agua en el riego de algunas macetas. Quizá no sea excesivamente trascendente la cantidad de agua que se pierde con estas fugas y con las bocas de riego mal cerradas, pero en estos tiempos de sequía sería conveniente cuidar estos detalles que no pasan inadvertidos ante los ojos de los viandantes.