La chimenea acusa un notable deterioro, llena de grietas y con una notoria falta de ladrillos en su parte superior, tal como puede apreciarse en la fotografía. Esos ladrillos van cayendo a los patios interiores, donde nadie debe acceder, pero el conjunto de la chimenea presenta una situación límite y, en caso de derrumbarse, muy probablemente termine proyectando algunos de los ladrillos a las calles colindantes, con el correspondiente peligro para los peatones.