Esta es la imagen actual de la Alameda de Bouzas, un remanso urbano que aún conserva el antiguo palco de música. Muchas personas todavía recordarán cuando el tranvía circulaba alrededor para volver de nuevo al centro de la ciudad.
En verano el tranvía siempre iba lleno de gente que lo utilizaba para ir a la playa de Alcabre, teniendo que subir a pie por la empinada Rúa Ferreiros para completar después el tramo restante hasta llegar a la propia playa.
La Alameda de Bouzas siempre ha sido un punto de referencia y encuentro, con un ambiente tranquilo. Hoy, cuando aquel tranvía ya forma parte del recuerdo, sigue siendo igual de agradable.