Durante siglos, sus aguas han sido compartidas por enormes buques de carga, barcos de guerra y pequeñas barcas de pesca. La ría de Vigo está llena de historias relacionadas con la navegación. En la actualidad, ya en el siglo XXI, los deportes náuticos también se han ganado un hueco en ese rincón incomparable, y es habitual la presencia de pequeñas embarcaciones de vela en las que los alevines de navegantes practican el antiguo arte de marear bajo las órdenes de un experto marinero que luego los conduce al abrigo del puerto, tal como se puede observar en la fotografía.