Hace unos días, este coche pasaba casi inadvertido para los vehículos que transitaban por la Ronda de Don Bosco en dirección al cruce con la Rúa Enrique Blein Budiño y la Rúa do Pracer, en la ciudad de Vigo. Como puede apreciarse en la fotografía, el tramo de la Ronda de Don Bosco que está frente a la iglesia de María Auxiliadora permanece cortado por obras, y una valla indica la necesidad del desvío. Pero un avispado conductor ha aparcado justo detrás de esa valla, aprovechando el hueco en una ciudad donde existen muchas plazas de aparcamiento, aunque la mayoría son de pago. La mayoría de la ciudadanía respeta las normas de conducción y de aparcamiento, y por eso funciona el tráfico.
Pero ya se ve que algunas personas aprovechan todas las oportunidades para salirse con la suya, como si el resto de la gente no les importara. Si todo el mundo hiciera lo mismo la ciudad sería un auténtico caos. Es de suponer que la persona que conducía ese coche habrá regresado más tarde para coger de nuevo ese coche y marchar incluso con toda la calma y con la conciencia tranquila. Porque seguramente no habrá ocurrido nada.