En total, 67 voluntarios y voluntarias que mostraron a los más jóvenes sus experiencias de primera mano, en un programa que les ha permitido, según sus propias valoraciones, sentirse «útiles, respetados y valorados». Ángeles, Aníbal, Antonio, Berta, Blanca, Juan y Virgilio fueron en Vigo los protagonistas que mostraron a los jóvenes sus vivencias en países tan diferentes como Venezuela, Guinea Ecuatorial, Alemania, Andorra o la India, entre otros.
El profesorado de los centros que han colaborado en esta primera fase del proyecto, remarcaron el valor de la iniciativa ya que «es una manera diferente de conocer una parte tan significativa de nuestra historia, integrando emociones, fundamentales para el aprendizaje, y porque ha permitido a muchos chicos y chicas descubrir su vinculación familiar con la misma, conociendo aspectos inéditos y sorprendentes a través del trabajo de investigación que han realizado».
Mayores y estudiantes han roto estereotipos gracias a este programa impulsado por Afundación en el marco de su Área de Envejecimiento Activo: «Los voluntarios y voluntarias cambiaron su opinión sobre la juventud actual, les sorprendió su actitud respetuosa e interesada en sus vivencias y los estudiantes aseguran que ahora es más amplia su visión de la emigración y también de las personas mayores, de las que destacan su valentía al narrar sus experiencias, con total transparencia y mostrando sus emociones», subrayó Sabela Couceiro, coordinadora del Área de Envejecimiento Activo de Afundación.
Tras esta primera etapa, el programa se extenderá a todos aquellos institutos que quieran participar en el proyecto, con la incorporación de nuevos voluntarios y voluntarias que han vivido la experiencia de la emigración, dentro de las propuestas de programación para escolares que desarrolla cada curso Afundación.
La iniciativa se enmarca en el plan estratégico de la entidad, dentro de una de sus líneas prioritarias: «El valor de la experiencia», del Área de Envejecimiento Activo de Afundación, que tiene tres objetivos fundamentales: que las personas mayores transmitan sus conocimientos y su experiencia personal y profesional, que los jóvenes se beneficien del legado y de las personas mayores y que la comunidad educativa incorpore nuevas modalidades de aprendizaje, favoreciendo en todos los casos el diálogo, la cooperación y el entendimiento entre las distintas generaciones.
Los voluntarios y voluntarias, estudiantes y profesores participantes en esta primera fase del proyecto «Fálame da emigración» coinciden en la importancia de continuar la experiencia de reunir distintas generaciones y establecer nuevos foros con estos y otros contenidos que favorezcan el diálogo, el aprendizaje mutuo y el trabajo conjunto, necesario para avanzar hacia una sociedad donde todos aportemos en función de nuestras habilidades, independientemente de nuestra edad, aprovechando, de esta manera, el enorme caudal de experiencia de los mayores.
Los jóvenes aprecian las circunstancias difíciles que tuvieron que afrontar los mayores y su capacidad de superación: «Fueron unos luchadores, unos valientes para marcharse casi siendo adolescentes, sin conocer adónde iban ni el idioma que allí se hablaba», comenta uno de los participantes.
Muchos afirman, también, que cambió su visión de las personas mayores señalando que «antes sentía a la gente mayor más distante de la gente de mi edad y ahora, como se demostró en esta actividad, noto que podemos conversar con ellos y ser sus amigos». También los mayores han roto, aseguran, sus prejuicios hacia los jóvenes. «La experiencia nos ha ayudado a ver una actitud en ellos que nos sorprendió mucho […]. Me llamó la atención su madurez, la seriedad de los niños de 15 años, cómo nos escuchaban y la emoción que transmitían; sentí la ilusión del niño en su primer día de colegio», comentaban dos de los participantes.
Por su parte, tanto el profesorado como la dirección de todos los centros participantes están muy interesados en repetir la experiencia el próximo curso porque, en consonancia con las valoraciones de estudiantes y mayores, los beneficios para ambos son muchos, al romperse los estereotipos y comprender lo que pueden aprender unos de otros. «El programa, a través de los referentes que proporcionan los mayores que fueron emigrantes, es una oportunidad para trasladar los valores del esfuerzo, de la importancia del estudio y de la necesidad de adaptarse a las diferentes circunstancias. En los alumnos despierta la curiosidad de una forma estimulante y motivadora y a los voluntarios y voluntarias les permite repasar de un modo satisfactorio su trayectoria vital, sentirse escuchados, útiles y reconocidos», subrayan los docentes participantes. «La experiencia consiguió motivar al alumnado con más dificultades en el ámbito académico que sintió que podía participar y aportar en igualdad de condiciones en esta actividad», añaden.
El proyecto
«Fálame da emigración» se desarrolló durante tres meses, de marzo a mayo, en 11 centros escolares situados en las localidades donde Afundación tiene un centro de mayores —las siete principales ciudades gallegas y en otras cuatro poblaciones (Viveiro, Betanzos, Pontedeume y Monforte) —, con la participación de 461 estudiantes de Educación Secundaria.
El proyecto se articuló a través de dos encuentros intergeneracionales, a los que precedió una fase de preparación por parte del alumnado y de los mayores. Los primeros, a partir de una guía didáctica y material de apoyo documental aportados por Afundación, trabajaron sobre el contexto social e histórico de la emigración gallega, mientras que los segundos construyeron el relato de sus historias de vida y prepararon las sesiones en los centros escolares.
En el primer encuentro los mayores contaron sus experiencias en la emigración y dialogaron con los estudiantes. En el segundo, tras investigar sobre la historia de sus propias familias, los jóvenes relataron también sus relaciones con la emigración y juntos reflexionaron sobre las diferentes motivaciones para emigrar, las dificultades y los aspectos positivos o las diferencias con la inmigración en Galicia.
Como recurso didáctico complementario, Afundación expuso en cada uno de los centros participantes la muestra «Nós tamén fomos emigrantes», una selección de imágenes de los archivos de la agencia EFE, que posee uno de los fondos fotográficos más importantes de España y que documentan diferentes aspectos de la emigración gallega y española.
Con el objetivo de que el programa amplíe su alcance y tenga un carácter colaborativo, Afundación ha publicado la página web falamedaemigracion.afundacion.org, que recoge el material didáctico del proyecto y el material documental que surgió de cada encuentro (fotografías, vídeos, testimonios…).