En la actualidad se ponen carteles de todo tipo en todas partes. Antaño sólo se colocaban en las paredes mediante un proceso tradicional que hoy sólo se repite en época de elecciones. En un cubo se diluía cola y luego se extendía sobre la superficie con ayuda de un rodillo o de una brocha, incluso con una escoba. Después se colocaba el cartel y se repasaba por encima con el mismo rodillo. También se colocaban carteles sobre unos cartones que se sujetaban con un alambre a las farolas o a los árboles, que era el caso de los circos. Pero nunca se había visto lo que muestra esta fotografía: un cartel atornillado a un árbol.
Por si fuera poco, también han colocado otro cartel en la parte posterior, también atornillado. Se trata de un atentado ecológico que todavía puede comprobarse en la viguesa Praza da Independencia. Han taladrado un árbol con cuatro tornillos de estrella para poner dos carteles, y lo han hecho deliberadamente. Observando esto no podemos dejar de formular algunas preguntas. ¿Es necesario maltratar de ese modo a los árboles? ¿Tienen pensado desatornillar los carteles cuando ya no sean necesarios? ¿No hay nadie que vigile esos desmanes?