El capitán D. Antonio Miguel de Castro y Camba, de cuyos informes sobre el deplorable estado de las defensas de Vigo dimos cuenta, al historiar el día 24 de enero de 1694, vuelve, siete años después, a poner el dedo en la llaga, con ocasión de un nuevo informe al Capitán General.
”Debo hacer recuerdo a V.E. que la Artillería de las plazas de Vigo, Baiona, A Guarda y las demás del río Miño, está la mayor parte desfogonada y incapaz de manexarse, y de poco servirá prevenirla de afustes (cureñas) si no están cabales los cañones…También hago memoria a V.E. de que la Praza de Vigo no tiene pólvora ni la de Baiona y no llega la que se espera, será conveniente que de la que hay en Tuy baxe alguna a Vigo, que aunque no es del todo buena, por haberse refinado el año de 680, puede trabaxarse con ella en un accidente; y que respecto de que en Monterrey hay partida de pólvora buena, y en aquella Plaza no se necesita por el presente, siendo V.E. servido se podrá baxar a las Plazas marítimas, donde se puede recelar esta pólvora podrá usarse en breve.
Si se da orden en la Gudiña, seis leguas de Monterrei, para que las requas que vienen de Castilla y Puebla de Sanabria de vacío a cargar pescado a Pontevedra, Vigo y demás puertos bajen por Monterrei y lleven cada caballería dos barriles, o las caballerías de la Limia que baxan por sal a Pontevedra y otros puntos, y si fueran cantidad de cargas podrá un comisario acompañarla…
En los almacenes de Tui, Baiona y Pontevedra hay gran cantidad de mosquetes y arcabuces perdidos por el orín que tienen y las caxas podridas, con que necesitan de reparo y que no se acaben de arruinar… Tengo representado a V.E. la falta de artilleros en todas las Plazas, y que en algunas hay personas que se encargarán de su manexo libertándoles de la justicia ordinaria, pero debo hoy decir que en la última leva los marineros sentaron muchos plaza de artilleros, y si V.E. fuese servido mandar que en los oficios del sueldo se dé minuta de los que fueron, con nombres y vecindad, se hallen en sus casas y en las cercanías de las Plazas, con que podrán asistir en ellas dándoles alguna cosa para ayuda de pasar, aunque no sea más que el real cada día mientras cesan los recelos presentes, y Su Magd. Se sirve tomar resolución en el número de artilleros que debe haber para el manexo de la Artillería, porque sin éstos está ociosa…” (Arch. Librería Monterrey.)
Esta era, pues, la situación de las defensas de Vigo, poco más de un año antes del desastre naval de Rande.
11 de setembro de 1701. Xosé María Álvarez Blázquez. «A Cidade e os Días. Calendario Histórico de Vigo» (Xerais, 2008).