El confinamiento nos ha acercado unos a otros y ha hecho que valoremos la libertad y los pequeños detalles. El campo y la playa se han convertido en los parajes más añorados durante el tiempo en el que hemos tenido que estar sin salir de casa. Cuando por fin nos han permitido salir, la sensación de estar al aire libre y el poder observar las puestas de sol en la propia playa han constituido un auténtico tesoro. Esta fotografía ha sido tomada, precisamente, hace unos días en Playa América, durante el cambio de fase de desescalada. La gente caminaba por el paseo de un lado a otro del extenso arenal mientras alguna persona, como se observa en la imagen, se acercaba a la orilla para disfrutar con su perro de la sensación de libertad y de esos atardeceres que sólo acontecen en Galicia.