La fotografía está tomada al atardecer, con el sol escondiéndose tras las Islas Cíes y el suave oleaje bañando una pequeña cala. Es un cuadro que va cambiando con las horas del día y con las épocas del año. Muchas personas desearían disfrutar de todo esto de un modo real y viajan a países lejanos tratando de encontrar unos rincones que nosotros ya los tenemos al alcance; sólo es cuestión de valorar lo nuestro en su justa medida y no dejarnos deslumbrar por lo ajeno.