No hay nada perfecto. Por mucho empeño que se le pongan a las obras realizadas por el ser humano siempre quedan flecos sueltos con los que nadie había contado.
Este es el caso de las obras de humanización de la Avenida das Camelias, en la ciudad de Vigo, cuyos resultados han satisfecho sobradamente al vecindario, sin embargo, han quedado algunos problemas que aún pueden ser resueltos.
Uno de esos resultados controvertidos es la ubicación de la parada de autobús a la altura del número 46, que ha quedado tan próxima a la entrada del local comercial existente en la esquina que casi no permite el paso de los viandantes.
Sin embargo, aún hay algo peor y mucho más peligroso: ese bordillo que se observa en la fotografía, justo delante de la mencionada parada, y que ya ha provocado más de un peligroso accidente entre las personas que suben y bajan del autobús, además de los transeúntes, y que ya hemos comentado en alguna ocasión, pero que sigue sin resolverse.