La imagen es realmente penosa y rápidamente induce a pensar en un peligro latente, tanto para los inquilinos como para quienes transitan por debajo. La fotografía ha sido tomada en el centro de la ciudad de Vigo y esas estructuras de madera llevan instaladas desde hace mucho tiempo, tanto tiempo que los soportes de metal dan buena cuenta de ello con su superficie oxidada. Está claro que el departamento de Urbanismo del Concello de la ciudad de Vigo debería estar al acecho de esos peligros que luego, cuando menos se espera, se convierten en un grave e incómodo problema, sobre todo para las víctimas.