Este cartel está a la entrada de un céntrico establecimiento hostelero de la ciudad de Vigo. Seguro que muchas personas lo criticarán, pero otras lo comprenderán. Los baños de los locales hosteleros constituyen un servicio orientado para la clientela. Aún así, los empleados se encuentra en muchas ocasiones con imágenes penosas que revuelven el estómago de cualquiera, tanto en los baños de hombres como en los de mujeres.
Y cuando alguien entra apurado en una cafetería o en un bar preguntando por el baño lo correcto es hacer una consumición mínima que compense las labores posteriores de limpieza, porque ese trabajo nunca es agradable para nadie, por muy limpio que quede después del uso.
Por eso el cartel de la fotografía tiene su lógica. Está dando a entender que no cuesta tanto un consumo mínimo para acceder al baño. En otras ciudades cosmopolitas, como Londres, los baños de los establecimientos hosteleros tienen una cerradura que funciona con una clave que se indica en el ticket; no hay más remedio que consumir. Aquí, en Vigo, terminarán instalando el mismo sistema; al tiempo.