Los avances tecnológicos propician que las tradicionales cabinas telefónicas vayan desapareciendo. La ciudad de Vigo tampoco queda al margen de esa tendencia, sobre todo, teniendo en cuenta que el diseño de las cabinas viguesas nunca conllevó ningún tipo de singularidad o de diseño, como ocurre en Portugal o en Inglaterra.
Hace varias décadas, los teléfonos móviles eran inalcanzables por su precio y sus prestaciones eran bastante limitadas. Pero, de un tiempo a esta parte, se han abaratado y ahora todo el mundo, hasta los más pequeños de la casa, disponen de teléfono móvil; ya nadie llama a través de una cabina. Así las cosas, van retirándolas y luego sólo quedan sus huellas, como estas que se observan en la fotografía.