«Don Bernardo González, Cachamuíña, es nombrado comandante y Gobernador militar de la plaza de Vigo, al día siguiente de la Reconquista de la villa, y publica entonces el siguiente bando:
“Hago saber, a todos los habitantes de esta villa de Vigo, de toda clase y sexo, el que observen toda tranquilidad entre sí, quietud y sosiego, evitando todo alboroto y extracción, violentamente, de efectos ni otra cosa, pena de la vida y confiscación de bienes a la menor contravención, e igualmente, y bajo la misma pena, se hace saber a todo paisano existente en esta villa, que no sea militar, se retiren al resguardo y puntos de sus pueblos, donde sea preciso en defensa del enemigo, por ahora en el término preciso de dos horas, en prevención de que no lo ejecutando, será arrestado y se tomarán contra él las correspondientes providencias.- Así lo ordeno y mando en la villa de Vigo a 29 de marzo de 1809”. (Original en el Arch. Municipal).
A pesar de sus esfuerzos, el orden y la armonía no fueron tan completos como era de desear. Contribuyó, sin duda, a ello la actitud del inepto y advenedizo teniente coronel García del Barrio, a quien se atribuye la causa de haber fracasado el primer asalto a Túy. La Junta de Regencia dispuso la salida, rumbo a Vigo, de la fragata Efigenia, que llegó a nuestro puerto a finales de mayo, comboyando varios barcos de transporte, en los que venían los Regimientos de Infantería de línea de Cataluña e Hibernia y el Regimiento de Caballería del Algarve.
Con ellos llegó también el Conde de Noroña, designado por la Regencia segundo General del Ejército y Reino de Galicia. Noroña nombró Gobernador Militar de Vigo al capitán Colombo, pero la población y los caudillos, que guardaban merecido reconocimiento y simpatía a Cachamuíña, lograron restituyese a éste en dicho cargo. Colombo pasó a mandar la fuerza armada».
29 de marzo de 1809. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Ediciones Monterrey, 1960).