Se trata de una publicación histórica de pequeño formato y con un precio muy asequible, exactamente 2.40 euros. Es un calendario de predicciones que comenzó a publicarse en el año 1840, y un año tras otro consigue un enorme éxito de acogida entre sus miles de seguidores en toda España. Su promotor, Mariano Castillo Ocsiero (1821 – 1875), era natural de una pequeña población de Zaragoza, sin embargo, el nombre de “zaragozano”, en realidad, constituye un homenaje al médico y astrónomo Victoriano Zaragozano y Zapater (1545 – 1602), que en su época, a finales del siglo XVI, comenzó a publicar algunos almanaques. Esta publicación que ahora comentamos, no tiene carácter científico, pero no por ello resulta menos creíble para miles de personas. Su contenido abarca las previsiones para todos los días del año y siempre comienza con lo que el autor llamaba “Juicio Universal”, que es un resumen genérico y mensual de todas las previsiones. El librito se completa en su última parte con una extensa relación de las fiestas y las ferias de toda España. El motivo de traer hoy aquí el “Calendario zaragozano” es el difundir una curiosa publicación que sigue llamando la atención de generaciones enteras. Por algo será.