En otro tiempo esa zona tenía una gran importancia y estaba llena de vida, con fincas de labranza y algunas granjas de las que ahora, como mucho, sólo quedan vestigios. Al principio de esta vía, en los bajos de la parte trasera de los edificios cuyo frente corresponden a la Rúa de López Mora, hasta hace poco existía una carnicería y varios bares muy conocidos en el barrio. Allí estaba “O Buraquiño”, ya desaparecido, y el restaurante “Danubio”, que aún sigue en activo. El camino va serpenteando en su bajada a la Rúa Tomás Alonso, y en una vuelta aún existe una fuente que era muy concurrida, sobre todo, cuando el servicio municipal de aguas todavía no llegaba a toda la población y era necesario recoger el agua en las fuentes con ayuda de cántaros y vasijas.