La cartelería de las calles viguesas resuelve la necesidad de nativos y de foráneos, sin embargo, en estas nuevas placas — tal como se observa en la imagen— se echa en falta la belleza de los carteles de antaño, como el que todavía se conserva de la Rúa López Mora o el de la Rúa Sanjurjo Badía, entre otras. De aquellas placas antiguas, de mayor o menor empaque artístico, quedan pocas. Esta hubiera sido una gran ocasión para engrandecer la imagen de la ciudad con otras más artísticas. El coste de la cartelería seguramente no hubiera variado mucho con otros diseños, y un simple concurso de ideas hubiera abierto las puertas a la creatividad de muchas personas que estarían dispuestas a colaborar.