El Día de Todos los Santos no tiene nada que ver con el Día de los Fieles Difuntos, que es el que se dedica al recuerdo de los fallecidos. La iglesia católica celebra el Día de Todos los Santos el día 1 de noviembre y el de Difuntos el día 2, aunque otras variantes religiosas lo celebran en fechas diferentes.
Se llama Día de Todos los Santos porque, según la Iglesia, se supone que los difuntos han superado el purgatorio y han conseguido la santificación y ya viven la vida eterna en presencia de Dios. Por su parte, el Día de los Fieles Difuntos se estableció para rezar por los difuntos que todavía no han superado el paso por el purgatorio. De cualquier modo, todas estas celebraciones están vinculadas con la muerte, algo inevitable que aterra a muchas personas.
En algunos países se ha desmitificado el miedo a la muerte y se celebra con fiestas y dulces típicos. En España, en concreto, ya ha calado una fiesta de origen anglosajón llamada Halloween, y de unos años a esta parte, en Galicia, también va tomando fuerza una fiesta pagana de origen gaélico conocida como Samain. Algunos de los dulces típicos de estas fiestas pueden verse en esta fotografía, unas gallegas que hacen las delicias de personas de todas las edades.