En la ciudad de Vigo existieron numerosos chalets de buena manufactura que el desarrollo urbanístico se los ha llevado por delante. La Rúa Pi y Margall, la Rúa López Mora, lo que ahora es la Rúa da Paz y la Rúa da Coruña, e incluso el cruce de Peniche —formado por la confluencia de la Rúa Pi y Margall, la Rúa López Mora y el Camiño dos Pazos—, estaban llenos de impresionantes chalets de piedra de los cuales aún quedan algunos en pie. Esto ocurría también en otras zonas de la ciudad, en la que muchas de sus calles actuales eran montes o campos de labor.
Muchas personas todavía recordarán, por ejemplo, el Colegio Alemán, en la Rúa Pi y Margall, junto al colegio Carmelitas; también forman parte del recuerdo los chalets de la Rúa Tomás Alonso, entre ellos estaba el llamado “La Seara”, que estaba en la esquina de la Rúa Tomás Alonso con el Camiño da Seara, donde también existían granjas. Otro de los chalets que han sobrevivido al crecimiento urbanístico es el que existe en la confluencia de la Rúa Ourense con la Rúa López Mora, muy próximo a El Pilar, un chalet que recuerda los cuentos infantiles y que ahora está dedicado a La Casa de la Juventud. Sin embargo, existen muchas otras zonas como O Castro y A Guía.
El que muestra la fotografía, que pertenece actualmente al obispado de la diócesis Tuy-Vigo, y donde hay una residencia para sacerdotes, es de una enorme belleza y pertenecía a la familia Echegaray; en sus proximidades también hay otros chalets no menos interesantes que bien merecen un paseo relajado en una de las zona más agradables de la ciudad de Vigo.