El frío del invierno invita a las bebidas calientes y reconfortantes, como el chocolate, que nunca pasa de moda. El chocolate fue conocido en Europa después del descubrimiento de América, donde era considerada un alimento de los dioses.
Se cuenta que Cristóbal Colón fue el primer europeo en probar esta bebida que se tomaba muy caliente e incluso aderezada con pimienta. Hoy existen multitud de variedades de chocolate en las que interviene el azúcar, la leche, la manteca de cacao, y otros componentes.
Es un producto de gran aceptación que también es considerado un estimulante. Pero lo más importante durante el invierno es el calor que proporciona, además de su incomparable sabor. Además, resulta aún mejor en compañía de unos buenos churros mojados en ese líquido espeso y humeante, un buen chocolate con churros.