Ahí tenemos la energía en forma de bombona de butano transportada en un carrito sobre las rampas de la Gran Vía, en la ciudad de Vigo. Es una imagen que induce a pensar en la subida de los precios de la energía, una subida que en la ciudad de Vigo no se percibe con toda su intensidad porque las temperaturas, aunque altas, han sido soportables e incluso envidiables.
En cambio, en otras ciudades españolas donde el calor veraniego aprieta y se vuelve insoportable, es casi indispensable el aire acondicionado, con un coste energético elevado y prohibitivo para muchos bolsillos. Está claro que, en la actualidad, la energía se ha convertido en una de las cruces de la ciudadanía.