Sin embargo, en otros países europeos existe una mayor cultura de los animales domésticos y los perros son bienvenidos en comercios, transporte público, hoteles e incluso en restaurantes. Aquí, por desgracia, todavía es preciso informar a algunos dueños de locales y a conductores de transportes públicos que los perros lazarillos —los que acompañan a algunos invidentes— tienen todo el derecho de acceso. En otros países la presencia de perros de cualquier tipo es tolerada siempre que su raza no sea peligrosa. Pero en España todavía nos queda mucho camino por evolucionar. Así las cosas, esos tres compañeros caninos se ven obligados a quedarse en la calle esperando con una impaciencia que se denota en sus miradas, deseando que su dueño salga cuanto antes a recogerlos.