Pero no existe equipo capaz de ganar todos los partidos y de hacerse con todos los triunfos; el fútbol es un juego en el que intervienen numerosos factores y a veces también se pierde, de no ser así, los más entendidos acertarían siempre en las quinielas deportivas. El Celta, siendo un equipo humilde, ha demostrado un comportamiento deportivo excelente, y nadie duda que esa es la consecuencia de una buena gestión de sus directivos que abarca lo deportivo y lo económico, porque las cuentas saneadas también constituyen un triunfo. En esta época, la ciudad de Vigo confía plenamente en su equipo e incluso palpita con él, así, en la fotografía podemos observar a un aficionado que está viendo un partido del Celta en la televisión, con la única compañía de una cerveza, animando a su equipo aunque sea en la distancia.