En la España de hoy existe espacio para las ideologías políticas y religiosas de todo tipo, pero no fue siempre así. La línea política y religiosa fue monocromática durante muchas décadas del pasado siglo veinte. Luego, con la llegada de la democracia, las puertas se fueron abriendo y hoy resulta de lo más natural, por ejemplo, observar a ese practicante del Hare Krishna pasear tranquilamente por nuestras calles.
Para quienes no vivieron aquellos tiempos conviene recordar que en el año 1968 los Beatles sorprendieron al mundo con un retiro espiritual en la India, de la mano de Maharishi Mahesh Yogi. De aquello hace ahora más de cuarenta años. Su experiencia, acompañada de su enorme fama, sirvió para poner de moda las creencias vinculadas con oriente y, en particular, la Meditación Trascendental (TM). Esas creencias influyeron muchísimo en la creatividad de muchos artistas y en particular en los Beatles, dando como fruto su conocido álbum blanco. Pero los Beatles pronto se cansaron —o decepcionaron— del Maharishi, del que descubrieron que tenía mucho más de humano que de sobrenatural, y abandonaron aquella aventura espiritual cual gatos escaldados, aunque George Harrison siempre quedó muy vinculado a esa espiritualidad oriental. De cualquier modo, justo es reconocer que los Beatles contribuyeron a abrir esas puertas espirituales que hasta entonces permanecían completamente cerradas, y lo que antes empezó como una moda ahora ya podemos decir que es el fruto de una libertad religiosa consolidada que entonces parecía inimaginable.