El tiempo de verano ha llegado a la ría de Vigo, aunque sea de un modo intermitente porque a veces se cubre de nubes. La mayoría de los días el sol calienta el ambiente en unos meses en los que todavía no han llegado los turistas y los veraneantes, sin agobios.
Quienes tienen el privilegio de vivir cerca de la playa pueden disfrutar de los arenales y del mar con toda tranquilidad, como esa persona que aparece en la imagen, tendida en la arena de una de las playas viguesas. El clima, el mar, las playas y la gastronomía, demuestran que la ría de Vigo y sus alrededores tiene mucho más que otros parajes lejanos donde sólo ofrecen playas. Para qué ir lejos si aquí lo tenemos todo.