Ha sido aclamado como el poema lírico más importante de la historia de la literatura inglesa. Y su autor ha sido equiparado en ocasiones a la altura de Shakespeare. Porque la elegía “Lycidas” de Jonh Milton es uno de los grandes clásicos universales desde que fue publicado en 1637 por el autor de “El paraíso perdido”. Curiosamente, en uno de sus 193 versos, hace una referencia directa a la villa de Baiona, en la ría de Vigo. Se ha escrito que el poema cita también las islas Cíes, aunque no es cierto. Para ello habría que forzar la interpretación de un verso, pero desde luego no aparece una mención expresa. Y, durante siglos, se especuló con que la “Bayona” citada fuese la Bayonne francesa. Pero finalmente se ha dilucidado que, efectivamente, Milton citó a la real villa gallega deliberadamente, aunque no porque hubiera visitado estas costas previamente, como también se ha especulado erróneamente.
Vayamos al caso. John Milton (Londres, 1608-1674) escribió “Lycidas” como una de sus primeras obras de juventud. De hecho, el poema está dedicado a su amigo Edward King, compañero de estudios en Cambridge, que había fallecido en un naufragio frente a las costas de Gales en agosto de 1637. Milton decide componer esta obra como una elegía pastoral, imitando un estilo renacentista inspirado en el mundo clásico. De hecho, el nombre de Lycidas lo obtiene de un personaje citado por el historiador Heródoto de Halicarnaso, una especie de pastor y poeta, que falleció poco antes de la batalla de Salamina contra los persas.
«Cum laude» en Cambridge
Hay que decir que Milton tenía una cultura vastísima. Tras titularse “cum laude” en Cambridge, se sumergió durante años en el estudio de todas las obras clásicas hasta obtener unos conocimientos ciclópeos. De hecho, su cuaderno de notas, su “commonplace book”, se conserva actualmente en la Biblioteca Británica y sigue admirando por la enormidad de sus estudios. Así que “Lycidas”, donde compara a su amigo muerto con un pastor de la antigua Grecia, está lleno de referencias cultistas. Y es aquí, llegando al final, en el verso número 161 cuando Milton nombra la villa de Baiona: “Where the great vision of the guarded mount/ Looks toward Namancos and Bayona’s hold”. La traducción sería: “Donde la gran mole del monte vigía mira hacia Namancos y la fortaleza de Bayona”.
Inicio de sus viajes en 1638
Se ha escrito que Milton conocía la ría de Vigo porque había estado embarcado en una flota que recaló aquí durante su juventud. Sin embargo, en su biografía se apunta que, tras graduarse en Cambridge, se recluyó a estudiar en su casa familiar de Hammersmith y que no comenzó sus viajes hasta 1638, cuando como tantos jóvenes pudientes de su época recorrió Europa, visitando incluso a Galileo Galilei en Florencia donde estaba recluido por sus ideas. El caso es que en 1638 ya había escrito “Lycidas”, concretamente un año antes de empezar a viajar.
Referente republicano
Durante mucho tiempo se debatió qué era la Bayona que nombraba Milton, aunque su gran obra, “El paraído perdido”, eclipsaba este poema de juventud. Y su obra política siguió siendo una enorme referencia, ya que de hecho, fue todo un mito para los Padres Fundadores que redactaron la Constitución de los Estados Unidos de América. No es de extrañar que fuese un referente republicano en el siglo XVIII, teniendo en cuenta que, además de literato, Milton había sido ministro con Oliver Cronwell, periodo en el que fue decapitado el rey Carlos I Estuardo, un episodio que debía sonar muy sugerente a Washington, Jefferson, Franklin y compañía.
Cartografía
Pero dejemos al Milton político y volvamos al poeta, aunque la clave de la mención de Baiona en su gran poema elegíaco la encontramos en otra disciplina: la cartografía. Y es aquí donde aparece el mapa más famoso de la historia: la proyección cartográfica que hizo Gerardus Mercator en 1590 para reflejar sobre el plano la superficie terrestre.
Hacia 1611, unos años antes de que Milton escribiese su poema, Mercator publicó su “Atlas sive Cosmographicae Mediationes de Fabrica mundi et fabricati figura”. Y, dentro de esta obra, aparece el famoso mapa titulado “Gallaecia Regnum”, donde hay una espectacular proyección de Galicia, incluyendo sus principales topónimos. En ese mapa encontramos el topónimo Nemancos, junto al cabo Fisterra, y Bayona, en la ría de Vigo.
Versos del legendario Finisterrae
Milton, que tenía una cultura enorme, probablemente consultó este mapa y quiso situar su poema elegíaco, en homenaje a su amigo fallecido, en una costa mítica alternativa a la del Mar de Irlanda donde su barco efectivamente había naufragado. Y, sin que sepamos su motivación final, decidió ambientar estos versos en el legendario Finisterrae, donde el terminaba el orbe conocido.
A John Milton le pareció oportuno trasladar a un confín de Europa, a la Galicia atlántica, la parte final de su gran poema, en el que termina diciendo que su amigo (ahora convertido en el pastor heleno Lycidas) no ha perecido en las aguas del mar porque también el sol se hunde todos los días (en el cabo Fisterra por ejemplo o tras las islas Cíes) sin que por ello signifique que haya muerto. Que más o menos es lo que viene a decir el final de su poema.
Y es así cómo, en el que está considerado como uno de los más grandes poemas de la literatura inglesa, aparece la real villa de Baiona, nombrada por el inmortal John Milton.