La fotografía muestra un bloqueo de tráfico ocurrido al mediodía del primero de año 2025 en la confluencia de la Rúa Carral con la Rúa Marqués de Valladares. El vehículo mal aparcado que se observa al fondo impedía el giro del autobús urbano y el tráfico se colapsó en la Rúa Carral. La situación se prolongó durante bastante tiempo porque el conductor no aparecía y los coches que estaban detrás del autobús optaron por dar marcha atrás y derivarse por otra calle hacia la Alameda. El hecho es grave porque el transporte urbano tiene unos horarios concretos para dar un buen servicio a los usuarios y, en este caso, el conductor del autobús no tiene ninguna culpa. El aparcar en cualquier lugar en la ciudad de Vigo no es un hecho fortuito o singular, por contra, es muy habitual que los coches aparquen en cualquier espacio libre, igual da que sea una rotonda, un paso de peatones, curvas o incluso entradas de garajes. Y lo cierto es que en Vigo no ocurre nada. No ocurre nada porque en Vigo no existen patrullas de movilidad urbana que regulen estas situaciones. Por supuesto que las multas no son agradables, pero a veces, como en estas ocasiones, son inevitables, e incluso la retirada del vehículo con la grúa. Esto no sería necesario si los conductores pensaran un poco en el trastorno ocasionado a los demás.