Esta fotografía antigua y de autor desconocido corresponde a la playa de San Francisco, en la ciudad de Vigo. La fotografía está tomada a principios del siglo XX y circula por internet sin demasiada información. Estaba ubicada en O Berbés, aproximadamente a la altura de Picacho y muy próxima al convento de San Francisco –de ahí el nombre–. Un poco más arriba existía un cementerio situado en las proximidades del actual pabellón de deportes, donde más tarde hubo una fábrica de gas cuyos tanques todavía podían observarse parcialmente a principios de los años ochenta del siglo XX, y que muchas personas aún recordarán. Lo curioso es que la ciudad de Vigo contó con numerosas playas urbanas, pero el progreso las fue llevando por delante con los rellenos para montar instalaciones portuarias e industriales.
Enumerando aquellas playas es preciso recordar, además de la playa de San Francisco, la playa de San Sebastián, que estaba casi a continuación, en la zona de Beiramar, donde actualmente está, por ejemplo, el auditorio Mar de Vigo, el que ocupa el mismo solar donde estaba Casa MAR, que se había edificado sobre la misma playa sin que nadie se inmutara y que inauguró el propio Francisco Franco.
En la zona donde actualmente está el astillero de Barreras existía la playa de Coia, de gran tamaño y que llegaba hasta Bouzas. Precisamente, frente al histórico bar “María la de la Playa”, cerrado hace unos años y del que todavía queda en pie la pequeña casa, había unas rocas en las que los pescadores amarraban las barcas para acudir al bar y hacer un descanso en el trabajo.
Al otro lado de la ciudad estaba la gran playa del Arenal —en lo que actualmente es el Areal—, que fue la última en desaparecer, concretamente en 1916. Y a continuación estaba la playa de Guixar.
Algunos de los rellenos fueron muy necesarios porque la ciudad no disponía de grandes instalaciones portuarias, tanto para la pesca como para los barcos de pasaje, puesto que hasta 1937 los pasajeros tenían que embarcar y desembarcar con ayuda de barcas, porque no existían muelles adecuados para el atraque de los buques.
Está claro que, de llevar a cabo otra planificación de los rellenos portuarios, Vigo pudo haber tenido, por lo menos, una playa urbana como ocurre, por ejemplo, en la ciudad de A Coruña. Sin embargo, también es cierto que esto es muy fácil decirlo ahora, a tiempo pasado. Sea como fuere, algunas de las industrias pesqueras que ocuparon y siguen ocupando la mayoría de aquellos rellenos han ido cerrando sus puertas. Esos terrenos ganados al mar son ahora prometedores solares para el Vigo del futuro.