El barco pequeño es del práctico, cuyo tamaño se ve mucho más disminuido en relación con el otro. Sin embargo, en esos momentos de navegación el pequeño es el responsable, el más poderoso. La situación recuerda la historia de David y Goliat, una historia que se repite diariamente en la Ría de Vigo, con un incesante tráfico marítimo. El espectáculo es tan habitual para los habitantes de Vigo y su periferia que son muy pocos los que reparan en esos detalles, como el contraste de tamaños, que no deja de ser sorprendente.