El tráfico marítimo en la ría de Vigo es un espectáculo durante todo el año. En sus aguas se desplazan barcos de todos los tamaños, de pesca, deportivos, de transporte… Pero lo que más llama la atención son esos enormes buques de transporte de contenedores y de coches que conectan el puerto de Vigo con el resto del mundo. Y a veces se dan coincidencias curiosas. En la fotografía puede verse una minúscula barca de vela al lado de un gigante del mar, un monstruo que luego no resulta tan grande cuando está en medio del océano. Al fin y al cabo, todo es relativo, y para todo Goliat siempre existe algún David que lo pone en su sitio. Un espectáculo.