El local está derrumbándose en todos los sentidos, está lleno de pintadas y destrozos provocados por los gamberros, y es una pena no recuperarlo a tiempo. Este lugar era, en otros tiempos, un lugar de encuentro y reunión para numerosos vigueses. En sus instalaciones se celebraron muchas fiestas familiares y hacía un gran servicio en una zona en la que se echa de menos un lugar donde comer, tomar un refresco o un café con la vista de las islas Cíes al fondo; un lugar para disfrutar y descansar. Es preciso recuperarlo cuanto antes.