En la puerta de una iglesia de la ciudad de Vigo apareció hace unos días esta pequeña imagen tal como se observa en la fotografía. Se trata del arcángel san Miguel, que es el que derrota a Lucifer y lo expulsa del paraíso para enviarlo a la tierra, para que viva entre los mortales convertido en Satanás, que en hebreo significa adversario. Sin embargo, como se puede ver, la figura aparece pisoteando la cabeza del demonio, como siempre se representa el conjunto, pero el brazo del arcángel, que habitualmente en todas las figuras de san Miguel aparece enarbolando una espada amenazadora, aparece roto, sin que se sepa quién lo ha hecho. Alguna persona piadosa podría afirmar que se trata de un mensaje oculto y terrorífico, como si el mal haya comenzado a ganar terreno. De ser cierta la misiva habría que empezar a preocuparse, si no fuera porque todavía es posible reconstruir la figura uniéndole el brazo con un buen pegamento. Ya se sabe que, a grandes males, grandes remedios.