Seguramente lo que está mirando le compensa todo lo demás, como si no importara el resto del mundo real que está ante él, sólo el virtual, como si quisiera traspasar la pantalla. Y a su espalda, como una ironía que viene al hilo del comentario, en el escaparate aparece un anuncio muy elocuente: “Descubra la comodidad”, como reclamo para unos muebles alegres y de calidad suficiente para evitar, precisamente, los dolores que provoca esa postura tan forzada.