Antoine Chalot fue el comandante francés durante la Reconquista de Vigo en 1809. La historiografía tradicional lo describía como un hombre mayor, al que apodaban “Padre Chalot”, muchas veces desbordado por las circunstancias. Nada más lejos de la realidad, como ya demostró el investigador vigués Ricardo Troncoso García-Cambón en su revelador estudio publicado en 2012 en que nos descubrió a un brillante oficial napoleónico, joven, alto, de imponente presencia, héroe en las batallas de Austerlitz y Jena, herido en combate en siete ocasiones y tan valiente que cinco de sus caballos murieron bajo su monta en acciones bélicas.
Además, participó en la toma de la Bastilla, volando a cañonazos la puerta de la prisión. Ahora, una década más tarde, Ricardo Troncoso vuelve a hacer una aportación decisiva, una auténtica revelación histórica, al descubrirnos la rocambolesca vida privada de Chalot después de rendirse en Vigo. La revista Glaucopis del Instituto de Estudios Vigueses publica este excepcional trabajo, producto de una minuciosa investigación.
Chalot, evacuado de Vigo en barco
Gracias a Troncoso, sabemos ahora cómo vivió el comandante francés sus prisiones después de ser evacuado de Vigo en un buque de guerra británico tras los hechos de marzo de 1809. Su condición de oficial le permitió evitar la cárcel o los terribles barcos prisión del Támesis en los que murieron muchos soldados napoleónicos capturados en aquella guerra.
Bien al contrario, Chalot pudo disfrutar de la libertad condicional durante los cinco años de cautiverio en el Reino Unido, aunque perdió este privilegio por cortejar a una señorita llamada Mary Laetitia Barret con una falsa promesa de matrimonio, violando las condiciones impuestas por visitarla, abandonando la pequeña localidad de Wantage, en el condado de Berkshire, cuyos límites le habían prohibido traspasar.
Carta a su esposa
Hay que decir que el oficial francés en realidad estaba ya casado y de hecho Ricardo Troncoso ya había encontrado una carta anterior que le había escrito a su esposa en 1807. En aquella misiva le relataba el encuentro entre Napoleón y el zar de Rusia en el que se firmó la Paz de Tilsit, otro acontecimiento crucial de la época al que también había asistido el propio Jacques Antoine Chalot.
Los amoríos del personaje, incluso en pleno cautiverio tras su derrota en Vigo, no nos sorprenden ahora gracias a que Troncoso nos informa de que nuestro protagonista se casó tres veces, la última de ellas con una famosísima ex actriz de París, lo que lo convirtió en un personaje popular de la sociedad de su época.
Segunda boda de Chalot
Al término de la guerra, a su regreso a Francia, Chalot se casó una segunda vez, a los 51 años, con una viuda llamada Françoice Deschamps. Poco antes, había irrumpido en su vida de nuevo la señorita británica Mary Laetitia Barret, que viajó desde Inglaterra persiguiendo a su amado, aunque también denunciando que el avispado oficial francés le había prometido matrimonio “y bajo este pretexto tomó hábilmente todos mis bienes”. La investigación revela todos los detalles de este escabroso incidente, que llega incluso a la formalización de una denuncia contra Chalot ante el ministerio francés de la Guerra.
Superado el escándalo, Chalot enviudó a los 57 años de su segunda esposa y se casó por tercera vez, ahora con una antigua amiga de su misma edad, Caroline, cuyo nombre artístico era Charlotte Vanhove y que, según recoge Troncoso, “fue la actriz francesa más famosa de la época napoleónica, causando furor en París”. Cuando contrajeron matrimonio ella llevaba ya 17 años retirada de los escenarios, pero seguía siendo un personaje muy conocido de la vida social parisina. Apasionada de la última moda, se comentaban en prensa sus vestidos siempre extravagantes.
Título de nobleza
Mientras tanto, Chalot intentó en varias ocasiones que se le reconociese un título de nobleza y, tras la boda con Charlotte, incluso compró el castillo de la Roche Racan, del siglo XVII, en el valle del Escotais.
Además, nuestro protagonista se entregó a la vida social parisina, participando en toda clase de tertulias. “Decían que Chalot se caracterizaba por el buen gusto y la cultura intelectual”, apunta el investigador vigués.
«Chalot, gloria del imperio»
Cuando murió, el 7 de enero de 1848, a los 75 años, varios periódicos recogieron su fallecimiento: “Ha muerto últimamente en París una de las glorias del imperio, el teniente general Chalot, antiguo edecán del Emperador”. Resultan un poco exagerados estos increíbles recortes de prensa, que Troncoso ha atesorado en un trabajo minucioso hasta el último detalle.
Por último, la investigación ha constatado que Chalot tuvo varios hijos e incluso ha conseguido el nombre de tres de sus nietos. En el año 2009, logramos traer a Vigo a un descendiente de Napoleón, así que quizás ahora podamos algún día encontrar a un familiar directo del comandante francés de la Reconquista.
Pero el estudio tiene un último apunte que eleva la sorpresa hasta niveles inauditos: “Para finalizar, tenemos la creencia de que, tras su muerte, Chalot fue embalsamado”. El estudio explica los argumentos que sostienen sólidamente esta sospecha. Así que Ricardo Troncoso no sólo nos ha hecho el más increíble retrato del enemigo. También nos anuncia que, quién sabe si algún día en el futuro, nos encontremos con la mismísima momia de Jacques Antoine Chalot.