Durante el día, el calor provocado por las altas temperaturas acompañadas de un elevado contenido de humedad, hace difíciles las tareas cotidianas, y lo peor es que durante el atardecer y la noche el calor se vuelve insoportable. Esto es algo que no solamente afecta a los humanos, sino también a los animales domésticos, como estos perros de la fotografía, que no dudan en refrescarse en una fuente pública. De continuar así las cosas, quizá llegue el día en que los humanos también tengamos que refrescarnos del mismo modo.