Precisamente el promotor de la idea ha tenido cierta sorna al querer dar a conocer su producto: créditos que pueden ser avalados con el coche. No se sabe si la actividad promocional del prestamista se ajusta a la normativa vigente, pero desde luego ha encontrado un lugar llamativo en el que hacerse ver. De hecho, incluso ha apartado el cono que últimamente descansaba sobre el capó para que no dificulte la lectura del cartel.
Lo que tampoco se sabe es si el propio “dinocar” serviría como aval para conseguir uno de esos adelantos financieros.