La fuente, esculpida en piedra, está en el sentido de subida, muy próxima a la mencionada plaza, y representa un hombre que vierte agua a través de una vasija que sujeta con su brazo derecho.
Muchas personas del vecindario acostumbran a recoger agua de esa fuente, tal como puede verse en la fotografía: colocan cubos y botellas debajo del chorro de agua. Pero como el caudal es reducido, dejan que el recipiente se vaya llenando mientras se van a realizar otras tareas, confiando en que nadie se las robe o les cambie el turno; eso sí es tener civismo y confianza. Todo un ejemplo.