2024 es el año del bicentenario de uno de los vigueses más reconocidos en la historia: el marino Casto Méndez Núñez, héroe del Callao y autor de una frase que se ha convertido en clásico: “Más vale honra sin barcos que barcos sin honra”.
El 1 de julio de 1824 nacía en Vigo Casto Secundino María, hijo de José Méndez Ponce de León y de Teresa Núñez, en el seno de una familia de larga tradición militar. En la casa donde vino al mundo, en la plaza de la Constitución, recuerda la efeméride una placa instalada por la sociedad recreativa El Gimnasio frente al entonces ayuntamiento, que actualmente es la Casa Galega da Cultura.
Méndez Núñez en la Alameda
El marino vigués cuenta también con su estatua en la plaza de Compostela, inaugurada a todo bombo el 22 de agosto de 1890, cuando asistió a la ceremonia toda una personalidad del momento, el inventor del submarino, Isaac Peral. Aquel viernes, un inmenso gentío se dio cita en la Alameda para contemplar una escultura que fue sufragada por la “sociedad higiénica y recreativa” Gimnasio, que pagó sus honorarios al escultor Agustín Querol tras hacer una cuestación entre sus socios.
Además de Isaac Peral, asistió al acto un familiar del marino, Isidoro Méndez Núñez. Y la parte musical estuvo a cargo de los orfeones La Oliva, de Vigo; Los Amigos, de Pontevedra; Orfeón Gallego, de Lugo; las bandas de música municipales de Tui y Vigo; y las de los regimientos de Murcia y de León.
Sable y prismáticos
La escultura representa al almirante con un gesto airoso, mirando en lontananza. En una mano, lleva un sable y unos prismáticos. Con el otro brazo, extendido, señala el horizonte. Un pergamino de bronce en el basamento lleva la que fue, sin duda alguna, su sentencia más aclamada: “Más vale honra sin barcos que barcos sin honra”.
Pero se conservan más rastros de Méndez Núñez en la ciudad. Porque el marino era el propietario de un hermoso pazo donde más tarde residiría la escritora y jurista Concepción Arenal. La balaustrada de esa casa noble todavía se conserva en los jardines del pazo Quiñones de León, en Castrelos.
Méndez Núñez, guardamarina en Ferrol
Méndez Núñez se formó primero como marino en la Escuela Náutica de Vigo pero el 23 de marzo de 1840 sentó plaza de guardiamarina en Ferrol. Desde muy temprana edad, tuvo vocación de héroe. De hecho, las crónicas dicen que, cuando contaba solo 10 años, salvó a dos niños de morir ahogados en la playa del Areal.
Su muerte en 1869 provocó una auténtica conmoción. Sepultado primero en Pontevedra, sus restos mortales fueron depositados cinco años después en O Morrazo, donde visitó su tumba el rey Alfonso XII en 1877. Más tarde, en 1883, fue trasladado al Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando, en Cádiz, a bordo de la fragata Lealtad, que zarpó de Vigo escoltada por una escuadra británica al mando del almirante William Dowell, que disparó salvas de honor fondeada en el medio de la ría viguesa.
Dolor de los vigueses
“Todas las avenidas y alturas del muelle de Vigo se veían el 9 de julio de 1883 invadidas por una multitud de personas, ávidas de dedicarle un último adiós al leal marino, que la fragata Lealtad tenía que transportar a San Fernando”, escribía Nicolás Taboada Fernández en su Biografía de D. Casto Méndez Núñez.
Llevado por el entusiasmo, el autor describía así el dolor de los vigueses “por desprenderse para siempre de las preciosas cenizas que, guardadas en el sepulcro de O Con, eran el preciado tesoro de los hijos de la Oliva y formaban, al lado opuesto de la ría, cerradas en piedra sin labrar, un estigma glorioso de las playas gallegas y un símbolo del destino que impulsó al genio a vivir navegando los mares y a morir también entre el rumor de las salobres olas”.
Desde su muerte, cuatro buques de la Armada han llevado su nombre: una fragata blindada, un crucero ligero, un destructor y la moderna Fragata F-100, que sigue en activo. Pero su principal homenaje será siempre aquella frase que se le atribuye en la Guerra Hispano-Sudamericana de 1866 y que ha pasado ya a la historia como un clásico: «Más vale honra sin barcos que barcos sin honra”.