La lluvia ya no constituye un repelente para el turismo. La sequía prolongada que ha estado afectando a diferentes zonas de España de levante y del sur ha propiciado que muchas personas se decidan a visitar Galicia y, en concreto, la ciudad de Vigo. La lluvia ya no es un problema y los foráneos comienzan a verla como lo que realmente es, como un elemento más del paisaje con unas grandes ventajas añadidas: no existen cortes de agua, la naturaleza se desarrolla en todo su esplendor, el aire es mucho más limpio que en otras ciudades… La lluvia tiene muchas ventajas que es preciso considerar y que el turismo comienza a descubrir y valorar.