La escena, perfectamente iluminada, puede invitar al paseo en plena naturaleza, en medio de los árboles, junto a un campo de béisbol que muchas personas desconocen, y que está ubicado en las proximidades de la Universidad de Vigo. Sin embargo, no es difícil imaginar ese mismo escenario boscoso que durante el día aparenta idílico transformado, más tarde, por la oscuridad de la noche, entonces pavoroso, intimidatorio y plató inmejorable para algún horrendo crimen de alguna película de terror, o, quizá, incluso, de la propia vida real.