En realidad se trata de un paso pequeño y angosto limitado por dos edificios y que no tiene salida. “Calexón do Chinito”, le han puesto, pero también pudiera haber sido “Ruela do Chinito”. De cualquier modo, seguramente hace referencia a un antiguo y pequeño bar que antaño existía en las inmediaciones, en la misma época en la que todavía pasaba el tranvía y cuando todavía existía un cuartel de la Guardia Civil en la esquina de la calle Canceleiro, la misma época en la que la parroquia del Sagrado Corazón, que hoy ocupa el bajo de un edificio de la calle Rosalía de Castro, aún era una pequeña iglesia ubicada en lo que hoy es zona portuaria frente a la ya inexistente finca “Vista Alegre”. Y quien recuerde todo esto también recordará a los alumnos del colegio Niño Jesús de Praga, que habían hecho la Comunión en el mismo colegio, cuando acudían en compañía de Sor Dolores a la procesión que todos los años por primavera recorría la calle con la parsimonia que permitían aquellos tiempos en los que la vida aún era tranquila, y cuando nuestra paciencia era, precisamente, como la de los chinos.